La idea de hacer una sevillana no estaba en mis planes para nada, y menos inmersa en mis niñas de comunion, tules, batistas…
Hace un par de meses viajé a Sevilla… y ahí empezó todo.
No viajo mucho, y cuando lo hago siempre voy al norte, evitando los calores típicos de mi tierra, Alicante. Ansío el agua, el verde, frescor…
Asi que conozco bien poco del cálido sur, Surgió un viaje a Sevilla y fue…
Maravilloso! Sevilla me enamoró, no se si fue su olor a azahar, su luz, su gente, cómo me gustó!
Entre sus calles descubrí varias tiendas de vestidos de sevillana y quedé prendada de sus escaparates.
Mi cabeza empezó a crear la necesidad de hacer mi propia sevillana, y ahí empezó todo,
En esas mismas calles compré flecos de colores, telas, peinetas pequeñas, incluso un par de pendientes.
Y ardía en deseos de coger mi ganchillo y empezar.
Y aquí está. mi sevillanita, homenaje a la maravillosa Sevilla, qué bonita es nuestra tierra y cuantos sitios por descubrir











¡Qué monada!
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Muchas gracias Margarita
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