A veces descubrir un material es la inspiración para una nueva muñeca.

Eso mismo me pasó cuando vi el color, la textura y suavidad de la lana que he usado para el jersey que le he tejido a Carlotta.

Me encantó , enseguida supe que la usaría para vestir a otra de mis niñas.

Lo cierto es que perderme en la mercería, ver mil y un ovillos, materiales, abre mi mente a un montón de posibilidades y me llevaría todo a casa.

Aunque aquí al menos los calores aún duraran bastantes días, mientras sueño con el otoño y los días más frescos, Carlotta, con su jersey invernal y su gorrito, es un pequeño avance del cambio de estación, que está a la vuelta de la esquina.

Y ahora una pequeña reflexión.

Tejer se ha convertido en mi pasión, me despierto pensando en la labor comenzada, qué puedo aportar, cómo puedo sorprender al destinatario de mis niñas.. mis niñas, sí, aunque sólo son muñecas, un montón de ovillos de algodón, entre otras cosas, les dedico mucho, mucho tiempo, y ganas, y muchísima ilusión al pensar en el momento en que la ven por primera vez, y del que de forma virtual he tenido la suerte de ser partícipe en innumerables ocasiones.